Las cirugías y medicamentos no están recomendados para niños menores de 7 años de edad y a menudo no se recomiendan para niños mayores de 7 años, los cambios de estilo de vida suelen ser el mejor tratamiento de la obesidad infantil. La mejor oportunidad de su hijo para llegar a un peso saludable es empezar una dieta saludable y hacer más ejercicio.
Una alimentación saludable
Los padres son los que compran los alimentos, cocinan los alimentos y decidan donde se come el alimento. Incluso pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia en la salud de su hijo.
Al comprar comestibles, elija frutas y verduras. Alimentos, tales como galletas y comidas preparadas, son altos en azúcares y grasas. Tenga siempre disponibles refrigerios saludables. Y nunca use la comida como premio o castigo.
Limite las bebidas azucaradas, incluyendo aquellos que contienen jugo de fruta. Estas bebidas proporcionan poco valor nutricional a cambio de sus calorías altas. También puede hacer que su niño se sienta demasiado lleno al comer alimentos más saludables.
Sentarse juntos para las comidas en familia. Que sea un evento, un momento para compartir noticias y contar historias. Evite comer delante de una pantalla, como televisión, computadora o videojuegos. Esto conduce a comer rápido y baja la conciencia de lo mucho que está comiendo.
Limite el número de veces que come afuera, especialmente en restaurantes de comida rápida. Muchas de las opciones del menú son altos en grasa y calorías.
Actividad física
Una parte fundamental de la pérdida de peso, especialmente para los niños, es la actividad física. No sólo quema calorías, sino que también construye huesos fuertes y músculos, ayuda a los niños dormir bien de noche y permanecer alerta durante el día. Tales hábitos establecidos en adolescentes de infancia ayudan a mantener un peso saludable a pesar de los cambios hormonales, rápido crecimiento y las influencias sociales que conducen a menudo a comer en exceso.
Para aumentar el nivel de actividad de su hijo:
Límite el tiempo de TV a no más de 2 horas al día. Una manera segura para aumentar los niveles de actividad de su hijo es limitar el número de horas que él o ella se permite ver televisión cada día. Otras actividades sedentarias, como jugar juegos de video y estar en la computadora o hablar por teléfono también deben ser limitadas.
La actividad de su hijo no tiene que ser un programa. Juegos libres actividades como jugar a escondidas o saltar la cuerda, puede ser ideal para quemar calorías y mejorar el estado físico.
Encuentre actividades que su niño le guste hacer. Por ejemplo, si s su hijo le gusta la naturaleza, haga caminata para recoger hojas o piedras. Si a su hijo le gusta leer, vaya caminando o en bicicleta a la biblioteca por un libro.
Si desea que un niño sea activo. Encuentre divertidas actividades que toda la familia pueden hacer juntos. Nunca haga ejercicio como un castigo o una tarea.
Varíe las actividades. Deje que cada niño haga su elección de la actividad del día o la semana. Correr, boliche, futbol y natación todos cuentan. Lo que importa es que esté haciendo algo activo.
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