Leche/fórmula
Si usted está alimentación con biberón a su bebé, el orificio de la boquilla de la botella puede ser demasiado grande o demasiado pequeño, causando que su bebé tome aire. Esto contribuye al reflujo ácido. Los expertos aconsejan sostener una botella completa boca abajo; sólo unas gotas de leche o de fórmula deben caer de la boquilla al mismo tiempo. Usted también puede espesar su leche o fórmula utilizando un poco de cereal de arroz, y que el pediatra de su niño esté al tanto; Sin embargo, puede que necesite agrandar el orificio de la boquilla de la botella para permitir que la leche o fórmula fluya a través de el.
Alimentación
Pruebe comidas más pequeñas a intervalos mayores para reducir el reflujo ácido. Asegúrese de que haga eructar a su derecho de bebé después de alimentarlo. No ponga a su bebé sobre su hombro, ya que esto pone más presión sobre la panza del bebé; en su lugar, colóquelo vertical sosteniendo su cabeza con la mano.
Posicionamiento
El posicionamiento también puede disminuir los casos de reflujo ácido en su bebé. Se recomienda sentar al niño en posición vertical mediante en un asiento de bebé durante 15 a 30 minutos después de cada comida. Esto permite que la gravedad trabaje en favor de su bebé manteniendo el ácido gástrico en su estómago, no su esófago.
Sueño
Expertos aconsejan a adultos que sufren de reflujo ácido a dormir con su cabeza elevada, y esta estrategia es útil para los bebés, también. Aunque siempre es importante poner a su hijo a dormir boca arriba para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita, dormir "plano" puede exacerbar el reflujo ácido. Levante la cabecera de la cuna de su hijo ligeramente.
Precauciones
Hay una gran diferencia entre los bebés que experimentan el reflujo gastroesofágico (ácido) común (GER) y aquellos que sufren de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD), es menos común, más grave y patológico, es un proceso que generalmente requiere el manejo médico, evaluación y diagnóstico. Los bebés con GERD pueden mostrar signos de reflujo ácido persistente, pérdida de peso y retraso del desarrollo e irritabilidad, dificultades y dolor. Haga una cita con el pediatra de su bebé si usted sospecha que el reflujo ácido es causado por una condición médica más seria.
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